Papelera de reciclaje. Dietario. Cuaderno de notas y lecturas.

jueves, 8 de marzo de 2012

Los días pasan salvajes como caballos en la pradera

lo más difícil de narrar siempre es el presente. Su instan-
taneidad no admite proyecciones, fantasías, desenfoques.
Yo no sé si todo aquello existió porque no sé si existe.
No sé si son ciertas tus manos (aunque sí sé que verosí-
miles) bajo la lluvia, y tus ojos como Polaroids (irrepeti-
bles y mostrando más de lo previsto). Llorabas. Lovía.
Quién deja a quién si todos andamos diferidos de noso-
tros mismos, dejando atrás lo que entendemos para no
entender lo insoportable: que cada cual es uno y además
no numerable, que vendrán otras, que vendran otros,
que asusta pensar hasta qué punto todos somos inter-
cambiables. Sé que no podré olvidar cuanto vi en tus
ojos: el aire ionizado sobre nuestras cabezas, tus manos
apretadas (no sé exactamente qué visión pretendían re-
futar). Puede que fuera yo quien lloraba, puede que fuera
en mí donde llovía. Puede que aún me estés besando, o
que aquel martes (por decir un día) jamás haya existido.

Agustín Fernández Mallo. Carne de Pixel.

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